Siempre escribo sobre situaciones críticas, la mayoría del tiempo son pensamientos aislados, o pseudopoesía, intento vagos de cuentos, o relatos trágicos sobre -nuevamente- situaciones críticas... hoy no, hoy me retracto de eso, hoy haré algo diferente, contaré lo que siento con sus palabras, diré que me pasa sin metáforas -bueno, a lo mejor escribo una que otra-, diré lo que pasa en verdad en mi corazón, en mi mente y en mi cuerpo, a lo mejor hasta relato un día cotidiano, o mi visita a un museo el día de ayer... quien sabe.
Ayer me desperté a las 7.30 de la mañana, -como siempre que abro los ojos por primera vez después de mi sueño lo primero que observé fue el techo; blanco, un blanco que parece infinito, que de primera impresión no tiene fin, ni principio- me reincorporé de mi cama con ese edredón que la cubre con un estampado de Winnie Pooh que me gusta mucho, me estiré, aflojé -más- mis músculos, bostecé un largo rato y encendí el radio. Estaba en ibero 90.9, buena música, salí de mi cuarto, saludé a mi madre, mi padre no estaba, aún no llegaba, encendí el boiler para bañarme, regresé de esa acción y entré nuevamente a mi cuarto, puse a Blur en el estéreo, con mi ipod y me invadió una sensación de felicidad, esa felicidad que casi nunca siento, que parece que vive en mí, pero tiene miedo de salir, al ritmo de There's no other way mientras la cantaba y bailaba, tendí mi cama, ordené mis cosas en mi mochila y recordé que iría a un museo -aún no estaba decidido cual- con 4 de mis compañeras de salón, apagué el estéreo y desconecté el ipod. En el baño un soundtrack de Blur, Oasis y Gorillaz sonaba mientras me bañaba -gracias a que mi ipod tiene altavoces- me cayó shampoo en mi ojo derecho pero ni siquiera eso alteró mi estado de felicidad absoluta por el que pasaba en ese momento -y que... ¡me seguiría aún ahora!- me sequé con mi toalla favorita -una con estampado de Rugrats- regresé por donde llegué; mi cuarto, eran ya las 9 para ese entonces y necesitaba apurarme puesto la cita era a las 10 de la mañana, en el radio suena INTERPOL y la cadena de evento cíclicos para mi conveniencia sigue, su nuevo disco es bastante diferente a los otros 3, pero igual de bueno -a mi me gusta más que el Our Love To Admire- se escucha Success, canción con la que abré el LP, me hace mover mi cabeza aún mojada por la ducha que tomé, salpico mi espejo, y eso me da más ganas de agitar la cabeza y mi cabello mojado. Termina Success y comienza algo de Devo, decido que es suficiente y comienzo a vestirme, elijo lo que sea; el pantalón que sea, la playera da lo mismo, los tennis no me importan, ¿sudadera? puede hacer calor, da igual todo, en fin playera con estampado de los Sex Pistols, pantalón de mezclilla entubado, tennis negros, sudader de rayas horizontales negra y roja, no me peino; nunca lo hago, desayuno y hago un sandwich por si alguna de mis compañeras no lo hizo; lo llevo conmigo.
Metro Hidalgo 9.50, espero, espero, espero, por un momento se me olvida que se lo que espero, pero aguardo, mi celular vibra, un mensaje se retrasarían todos, -lo suponía- revibra mi móvil, llamada abrupta, como desesperada, preocupada porque tomó la línea equivocada del metro; dirección universidad.
Llega, ella, sólo ella, me reconoce, yo estaba tirado en el pasillo en dirección hacia Tasqueña, escuchaba a The Libertines, balbuceaba las canciones, agitaba la cabeza al ritmo de la guitarra y la batería, no me doy cuenta de que la gente -ni ella- me observan, me enjuician, me tachan. Se dirige a mi, porque yo también la reconocí, beso de saludo, labios secos, tenía sed, labios, ¿Qué son labios? ¿Para qué son los labios? Para intercambiar almas, para ser mas humanos. Esperamos, no estoy solo, esperamos a los demás, por un momento olvidamos que esperamos, pero aguardamos; juntos, sentados, escuchando a Bat For Lashes, balbuceo las canciones. Mi mano toca su mano; nadie se da cuenta, ninguna de las personas que pasó por enfrete de nosotros se detuvo a pensar en ello; a nadie le importa nada. Seguimos esperando y llegan las demás personas; 30 minutos después. Ahí mis dedos se despiden de su piel, no volverán a saber que es su piel.
Dirección Tasqueña; el metro, lugar mágico, lugar trágico, lugar de lugares, lugar impresionante, impresionante impresión. Andenes seguidos, sólo hay en esa línea este tipo de trenes. largo camino.escuchamos -ella y yo- a Gorillaz, a Plastilina Mosh, pongo en el ipod una canción, dice así: "[...] es tan fácil como decir que yo te gusto como tú a mí [...]" parece ser que sospecha algo; mueve la cega, dice que le gusta la canción, la canción, la canción... feliz, intuyo que descubrió el sentido de porque le puse esa canción.
Metro Tasqueña; me doy cuenta que a veces es como una niña pequeña, no se está quieta, no podemos mantenerla en un sólo lugar; explora, curiosa como la primera estrella en salir por la noche, intrigosa como el Sol al no esperar por hacer su entrada amarilla. Compran cosas; juguetes, pulseras, fumamos; nos aventamos el humo del cigarro en la cara, algo en ella me llama la atención; no es cotidiana, no es algo de todos los días, no es habitual; es amarilla, es azul, es hierba, es Sol, no es luna, no es sangre, es un diapasón, una hoja en blanco, algo en ella me atrae.
Mercado de Coyoacán; comémos, tacos campechanos, un cigarrito después; Lucky Strike, caminamos, tomamos taxi, como podemos llegamos al museo Anahuacalli; Diego Rivera, esperamos -nuevamente- ¿otro cigarro? otro cigarro, se duerme, está cansada, taciturna, decaída, tranquila. Entramos, majestuosidad, impresionante, me empapo de Rivera, en el apeido lleva la penitencia, La rivera de Diego me ahoga, salgo mojadísimo de él, me encanta, literalmente.
Camino a la escuela, trolebús; la veo distante, lejos, no le hablo.
Colonia centro; decidimos mandar al demonio nuestra clase de las 5.00 p.m., queremos cervezas; mala decisión. nos emborrachamos, el Sol del camino, el cansancio, las ganas de no querer entrar hacen de las suyas, tres XX Lager y estamos mareados, no aguantamos; revelaciones intempestivas, ella; dibitativa, nervios, no sabe si reir o llorar, no saber si abrazar por lástima o porque le lastima.
Borrachos a la escuela, taxi para no cansarnos, no llegar tarde y que no se nos baje la peda. Estoy nervioso, en mi mente canto una canción para no estar más nervioso; Time de Pink Floyd, quiero ir al baño, ya no aguanto, me bajo del taxi y no pago nada, ni un peso. Orino, entre 1 y 1.30 minutos meando. Salgo; clase de Redacción, creíamos sería Ortografía, ¡Oh sorpresa!
Me da sueño, vamos por un café, entrelaza su brazo con el mío; me pongo nervioso, sudo, quiero tomarla por la mano, no sé como. Me harto, me da sueño, me equivoco en mi clase de Ortografía; me siento como un pendejo.
Hora de salida, no me quiero ir, no quiero que se vaya. Nos vamos, despedida, la más larga de la vida, abrazo, no dejo de oler a ella.
Hoy, soy feliz.