martes, 19 de julio de 2011

III (No hay suicidio)

Esta noche no hablaré del suicidio
sólo escupiré cenizas de mi alma
y cómo me acuesto sobre el cielo
de lo que llamamos olvido.
O de lo que le susurro a mi espejo:
este morirme en mí,
este acabar ebrio de mi soledad
y solo con mi reflejo.

No, no hablaré del suicidio.
Gritaré el amor que terminó
entre sonidos
entre llamas
de tus miradas
entre vientos sin sentidos.

Mejor hablaré de mi
garganta alcoholizada y de mi corazón medio partido.
Hablaré de cómo acabaste
con mi cuerpo
corroído.
Mejor no hablo,
porque estas hojas te lo dirán,
estas palabras te harán
admirar la distancia.
Labio a labio.
Corazón medio partido.

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